Poema a la lluvia (Lucía Real Spagnolo) Taller de Eva Murari, Bahía Blancha Buenos Aires

 




Poema a la lluvia


El pronóstico dice lluvia

y veo que el cielo se nos ríe

pero me quiere acompañar en el llanto

 

Nosotros bailamos

entre un par de lágrimas

y un par de gotas

mientras se confunden entre sí

 

Sé que nos separa un charco pavote,

pero tengo la seguridad 

de que podríamos darnos la mano

hasta estirarnos

de una costa del Pacífico hacia la otra

 

Ahora te invito

a chapotear en la gotera 

de nuestra despedida

 

Mi único fundamento 

es que desde el rencor no podemos renacer,

por eso hoy

solo pretendo que compartamos

un último café

y observar

a través de esa ventanita de la nostalgia

todo lo que no pudimos ser

 

El agua limpió con tal furia mis paredes

que todos los monstruos que escondía adentro mío

quedaron exhibidos en frente tuyo

igual que en una cajita de cristal

 

El pronóstico dijo lluvia,

yo le di un aguacero.

Sin querer y un poco queriendo,

ahogué todas mis plantitas.

 

Ya va a llegar

el día en que entienda

que florecer

será tan simple como dejar de amarte.



“Verdear la tierra”

Nos terminamos deshidratando en llanto

y para sobrevivir

tuvimos que dividir y tomarnos toda el agua del mundo

No pudimos verdear la tierra 

y el mundo se volvió un otoño eterno

con recuerdos lejanos de primavera


No pudimos verdear nuestros corazones,

pues vos te tomaste toda el agua de los ríos 

y a mí me terminó de matar el agua salada de los 5 océanos.



“Agua” Los Piojos

Agua, cayendo del cielo de tu mirada

Agua, tu boca cual cascada llena de furia y sin freno

Más agua, y una lágrima empaña esos recuerdos 


Me contradigo y te ruego

“Dame en tus labios la bendición del olvido”


Llegan como olas 

miles de recuerdos

En nuestro mate flotaban 

barcos, 

montañas, 

sueños

y, aunque aún lo lamento, 

la marea se llevó lo que me quedaba 

de vos

por culpa de tantas guerras, 

desamores,

juegos

Ahora solo quedan destrozos 

después de ese caos que generó el adiós 

con fuegos, 

relámpagos 

y truenos.


Hoy 

todo descansa 

en la orilla de tu corazón



Yo, Jacarandá


Amanece y todo lo oscuro se me vuelve lila. 


La brisa todas las mañanas me saca a bailar, 

y aunque aún no se lo confiese, estoy enamorado de ella.

Me invita a sacudirme de esa forma tan irreverente,

me rodea y me enloquece.

Yo, aun sabiendo que en un segundo me abandona,

le intento seguir los pasos hasta que se canse de mí.


Escucho risas de jóvenes que se sientan a mis pies.

Ellos disfrutan, se ríen, y hasta se tocan como si yo no estuviera acá presente.

Se besan, como yo quisiera besar a la brisa cuando me acaricia cada mañana. 


Las tardes son mis preferidas,

Mi casa, mi parque, se vuelve patio de juegos.

Para cada nene que corre alrededor mío 

mi suelo es un planeta diferente, y cada raíz añeja sobresalida es una cordillera.

Me siento querido.


Vienen nenas a juntar mis hojitas, 

y se llenan sus manos

como si fuera papel confeti de su color más amado,

como si quisieran enhebrar mis hojas para crear mil vestidos de princesa.

Y me siento muy querido.

 

Me gusta tanto estar acá, 

quieto,

dando reparo. 

Los años no me hicieron aburrido.

Me hicieron escuchar un millón de historias,

ver unos cuantos pares de besos robados,

y me permitieron tener el goce 

de ver al humano disfrutando lo simple.









Monos


¿Quiénes son los monos?


Quién sentirá más miedo

¿yo al encontrarme un mono salvaje en la selva 

o el mono al toparse con un humano en la ciudad?


¿Sabrán expresarles sus emociones a sus pares?

¿Quién es el salvaje? 

¿El que mata por diversión 

o el que mata por naturaleza?


¿Conocerán la historia de sus antepasados?

¿Se revelarán ante la injusticia de su líder? 


Los monos 

¿estarán obsesionados con hacer dietas 

para verse mejor en su reflejo del agua?

 

Además de la atracción sexual 

¿se enamorarán como nosotros? 


¿Tendrán un cementerio 

en donde llorar a sus seres queridos?


Y los monos que viven 

En ese holocausto 

conocido como zoológico, 

¿recordaran a sus familias, la libertad, 

los sabores, la diversión?


Nosotros 

no debemos hacer cinco vueltas carnero 

para que nos den un mísero pedazo de comida, 

¿no creen que es momento de replantearnos algunas cosas? 



Carta abierta a los mares


Piso la orilla 

y trazo en cursiva una carta para los mares.


Una carta que exprese 

mi respeto hacia sus profundidades 

y mi amor por sus oleajes.


Hoy te escribí 3 versos,

pero acariciando una ola 

es como te demuestro mi aprecio.



Habitar el mundo


Gracias mundo 

por regalarme una clivia 

y a mi abuela. 


Gracias a la belleza

de unos ojos café

de un atardecer

de una caminata en el campo.


Gracias al tacto

por permitirme sentir 

el abrazo de otro ser

que es como yo 

pero no es como nadie.


Gracias ebriedad 

por el disfrute

por la sed de risa.

Por la risa de verdad, 

desde el alma.


Gracias a la noche 

por las estrellas

Por la lámpara redonda y hegemónica

por ser el escenario perfecto

para transcurrir la vida.



Interrogando al mundo


¿Qué es habitar el mundo? 


¿Cuál es 

el fino puente 

entre la vida y la muerte?


Cuándo el río se seca, 

¿se siente ahogado? 


¿Y si el volcán hace erupción 

porque es su único grito de auxilio? 


¿El animal 

le tiene miedo al humano 

o el humano 

le tiene miedo al animal?


¿Por las noches 

divisamos las estrellas 

o solo envuelven al mundo 

en un pañuelo con agujeritos?


¿Qué sentirá el sol 

cuando ve a la luna 

ocultarse de él?


¿Y si un eclipse 

es el reencuentro 

de dos amores imposibles 

devenido en algo tan simple, aunque extraordinario, 

como un evento astronómico?


¿Por qué 

todos persiguen desesperadamente al futuro, 

pero viven llorando al pasado?


¿Los barriletes querrán huir 

de los humanos y sus correas?


¿Qué tan trastornado 

está el humano 

si es capaz 

de masacrar familias y ciudades enteras 

solo para quedarse con unas hectáreas de tierra? 


Pero, 

¿por qué 

cuando se resuelven nuestras dudas 

aparecen cada vez más interrogantes?








Colorearte entre edificios


Mi ciudad de ensueño es chiquita

porque las personas son gigantes


Cada humano está lleno de los que ama

y acá todos amamos mucho, 

hasta te diría que en exceso


En este sitio no hay modas, 

cada uno es tendencia a su manera.

Delito es juzgar al otro por ser quien es. 


Somos de colores, todos los días cambiamos,

por eso no hay rincones oscuros 

ni en callejones ni en las esquinitas del alma.


Las etiquetas las dejamos en la entrada a la ciudad.

No estás obligado a clasificarte,

si no deseas hacerlo, nadie te obligaría a restarte libertad. 


También delito es no mandar un mensaje de feliz cumpleaños,

la ciudad entera esta de joda si alguien suma un año. 


Acá no existe el invierno, el odio ni el helado de menta granizada. 

¿Qué más podrías desear?

Sin importar el estado en que lleguen a la sala de emergencia, acá podemos salvar sus corazones lastimados, tenemos la cura.


Para entrar trae tu pincel,

para ser feliz como te pinte. 

Te invito a mi ciudad,

te invito a colorearte.


Nombre: Lucía Real Spagnolo

Edad: 17 

Contexto de producción: Taller

Coordinadora de actividad: Eva Murari

Localidad: Bahía Blanca


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